Por qué decidí invitar a Shrek a mi clase de obligaciones

 


**** Ojo – spoilers de la película Shrek For Ever After **** 

En el primer capítulo de su libro Elements of Contract Interpretation, Steve J. Burton afirma que cuando las partes se encuentran para realizar un contrato su intención es la de crear un mundo dentro del mundo en que viven. Burton añade que el compromiso que adquieren a través de este instrumento jurídico es el de darle entidad a ese mundo a través de sus acciones. 

Cuando releí esta frase al iniciar este año, me decidí a comenzar mi curso de obligaciones con una película: Shrek Forever After. Las razones son obvias. Su trama se desarrolla alrededor de un contrato que Shrek firma para escapar a su crisis de la mediana edad y que trastoca fundamentalmente su mundo y el de la otra parte del contrato, Rumpelstiltskin, mejor conocido como Rumpel. 

Todo comienza cuando Shrek desea en voz alta volver a su vida de antaño. Rumpel, experto en contratos mágicos lo escucha y planea un encuentro “casual” con Shrek. Su interés es hacerse al reino Muy Muy Lejano, cosa que casi logra si no hubiera sido porque Shrek deshizo el hechizo de la princesa Fiona por medio del tradicional beso de los cuentos de hadas. Los reyes y padres de Fiona estaban dispuestos a entregar, otra vez por medio de un contrato, su reino a cambio de deshacer el hechizo. Una recomendación los llevó hasta Rumpel. Cuando ya estaban por plasmar su firma, un mensaje les hizo saber que el hechizo había sido roto. El contrato no se firmó, lo que causó una fuerte frustración a Rumpel. 

Cada cosa que sucede desde el momento en que Rumpel y Shrek se encuentran puede ser analizado desde el punto de vista de las obligaciones y los contratos. Para comenzar, cada uno de ellos tiene un plan de vida que quiere llevar a cabo, sin embargo, para su realización necesitan de la cooperación de otro individuo. El instrumento seleccionado en el guion es un contrato, lo que no tiene nada de extraño o de original. 

Contratar, obligarse para con otros, ha sido considerado desde los tiempos del derecho romano uno de los medios por excelencia para realizar un proyecto de vida. Con la consolidación del pensamiento liberal, el contrato además se convirtió en la herramienta básica para realizar la autonomía de los individuos y de contar con la colaboración de otros sin hacer daño a su libertad y dignidad. Autoridades en materia de obligaciones, como Emilio Betti, han dictaminado que la palabra y acción clave del mundo de las obligaciones es la cooperación. 

Shrek quiere volver a ser ogro. Rumpel quiere hacerse al reino. Para lograr este fin, Rumpel despliega un documento ante Shrek para su firma. Recordemos que Rumpel es el “profesional” de los contratos mágicos, de manera que tiene un archivo de formas preimpresas. Rumpel se obliga a darle un día como ogro a Shrek y él se obliga a darle un día de su vida a cambio. El dilema es que Shrek no especifica cuál y deja que Rumpel escoja. Obviamente, Rumpel escoje un día de su niñez que impedirá que Shrek exista, salve a Fiona e impida que el contrato entre los reyes y Rumpel se firme. 

Varias cosas son interesantes de esta escena de la firma del contrato. Primero, la presencia de las formas preimpresas realza la idea de que Rumpel es un profesional de los contratos mágicos. Segundo, Shrek tiene que estampar su firma completa para que los efectos del contrato se desaten, lo que indica la importancia de las formalidades para dar paso a la creación de alguno de esos mundos posibles de los que habla Burton en su libro. Tercero, la inmediatez de los efectos. Ni Rumpel ni Shrek estipularon condiciones o plazos. Las obligaciones de cada uno de ellos se hicieron efectivas de inmediato. El mundo posible se concretó en el instante. 

Obviamente, la manera en que se constituye el contrato deja mucho que desear. Shrek no lee con detenimiento y Rumpel, siendo el profesional, no informa de manera adecuada a qué se obliga Shrek, cuál es su beneficio en el contrato y qué efectos se esperan de su cumplimiento. Tal como lo ha dicho la Corte Suprema de Justicia colombiana, en el caso de los banqueros, la profesionalidad de una de las partes del contrato le impone deberes de debida diligencia para con la parte débil, es decir, no profesional de la relación contractual. Así, el profesional, en este caso Rumpel, tenía el deber de actuar con transparencia frente a Shrek y entregarle toda la información necesaria para que entendiera el alcance del negocio. 

Una vez firmado el contrato, Shrek sale a disfrutar este mundo contractual y, luego de una efímera felicidad, los efectos del contrato comenzaron a causarle malestar. Ese mundo que había creado con la ayuda de Rumpel no era el paraíso soñado, sino un infierno. Todo a su alrededor era una evidencia de que no había realmente dimensionado los efectos de sus obligaciones. Como el día tomado por su co-contratante era uno de su niñez, el reino había caído en manos de Rumpel. Solo en ese momento, Shrek decidió tratar de leer las demás cláusulas del contrato, lo cual lo embarcó en la travesía de interpretar el negocio, esa difícil labor cuando lo querido no concuerda con lo que al parecer fue estipulado. 

Luego de muchos ires y venires, su amigo burro le dio una lección en derecho de los contratos. Nadie está obligado a quedarse en un contrato por siempre o a solo salir de este por medio del cumplimiento de las obligaciones asumidas. Por supuesto, si hay una salida distinta a cumplir los contratos, esta generalmente es costosa o se encuentra ligada a una condición. Burro, después de doblar a la manera de un origami el documento contractual, encuentra el contenido de dicha cláusula. De nuevo, para hacerle honor a los cuentos de hadas, solo un beso de amor puede librar a Shrek de las consecuencias de su negocio. 

El que la cláusula de salida del negocio no sea fácilmente identificable habla muy mal del comportamiento de Rumpel y también es una alegoría de las dificultades de comprensión e interpretación del contrato. Los contratos con contenido predispuesto generalmente son redactados por abogados y están plagados de palabras técnicas y referencias a instituciones jurídicas que no conoce las personas del común. De ahí la importancia del deber del profesional de informar adecuadamente sobre el alcance del negocio. 

Ahora, el contrato puede contar con cláusulas confusas. La cláusula de salida del contrato Rumpel-Shrek puede ser también una alegoría a esta situación. Ya el Código Civil decimonónico colombiano establecía que, en esos casos, cuando todas las reglas de interpretación fallan en aclarar el sentido de lo pactado, la cláusula se interpreta a favor del deudor y, si la cláusula fue “extendida o dictada” por una de las partes, se interpretará en contra de ella cuando esta oscuridad en su sentido emane de una explicación que haya debido dar. Parece como si el Código Civil estuviera hablando específicamente de Rumpel. 

Varias aventuras se suceden antes de que Rumpel ofrezca un contrato para capturar a Shrek y evitar que se dé ese beso de amor. Quien lo ponga a disposición de Rumpel podrá pedir lo que sea. Con esa actuación, Rumpel está llevando a cabo una oferta de contrato. Si bien, este no específico por cuanto tiempo sería válida esa oferta, uno podría pensar que las normas supletorias del ordenamiento jurídico resuelven ese problema. Cuando Shrek decide entregarse para poder celebrar ese contrato, Rumpel trata de resistirse y no celebrarlo. Sin embargo, Shrek conoce sus derechos y sabe que la oferta obliga a Rumpel so pena de asumir su responsabilidad e indemnizar los perjuicios por su retiro. 

Así, Shrek decide entregarse para poder pedir ese deseo, el cual consiste en liberar a todos los ogros. Él piensa que así podrá parar la persecución de Fiona. Sin embargo, otro impedimento de interpretación del contrato se interpone: Fiona es mitad ogra y mitad humana. Esta interpretación literal del contrato deja claramente por fuera Fiona. 

El beso de amor finalmente resuelve toda la trama. La cláusula de salida deja sin efecto el contrato. Luego de una hora y media de firmar contratos, romperse la cabeza para entender su significado y buscar la manera de frenar todos sus efectos, Shrek vuelve a ser el papá felizmente casado y agradecido por la desaparición del mundo contractual/infernal creado con la colaboración de Rumpel. 

Como lo anotaron mis estudiantes en la clase en que analizamos la película, muchas más preguntas pueden plantearse frente a la trama de la película. Por ejemplo, ¿qué se puede decir de la validez del contrato si se asume que Shrek estaba bajo la influencia del alcohol? Shrek se tomó varios cocteles ofrecidos por Rumpel antes de firmar el contrato. ¿Qué hacer con los efectos que benefician a terceros, en este caso los ogros, del segundo contrato entre Shrek y Rumpel? En fin, una película para audiencias infantiles terminó siendo un tour de force en obligaciones y contratos.

____________________________

Imagen tomada de: Shrek Wiki https://shrek.fandom.com/wiki/Magical_Contracts

Entradas más populares de este blog

Dos reflexiones feministas luego de la votación sobre el aborto en Colombia

Producción de manuales con perspectiva de género es clave para alfabetizar a futuros juristas